COMO RENDIR EXAMENES

COMO RENDIR EXAMENES

• Los exámenes de admisión evalúan tanto conocimientos como aptitudes. Salvo algunas excepciones, es razonable suponer que la relación: más conocimientos = mejores resultados, es una relación válida. En lo que corresponde a las aptitudes, éstas se desarrollan significativamente con la práctica.

• En consecuencia, ningún estudiante debe suponer que si ha estudiado y comprendido las distintas materias que constituyen su preparación, obtendrá malos resultados. Bajo la misma lógica, ningún estudiante debe generarse falsas expectativas de rendir un buen examen, si su preparación ha sido floja o insuficiente y más aún si sus evaluaciones y simulacros previos están significativamente alejados de lo mínimo necesario para ocupar una vacante.

• Entre todos los factores que intervienen en los resultados del examen el factor “empleo del tiempo”, es el que tiene una importancia decisiva.

• Dada esta premisa, hay descartar la posibilidad de convertir un desastre en victoria con esfuerzo desesperado de última hora. Se debe estudiar a conciencia desde el primer día de nuestra preparación.

• Debes elaborar un plan de trabajo en forma anticipada para rendir un examen satisfactorio. Prioriza aquellas materias que te van a permitir obtener más puntuación según el área al que postules.

Es recomendable dialogar con los compañeros de clase, puedes aprender del que más sabe y puedes llegar a comprender mejor explicando algo que sabes a otro compañero que no lo entendió o lo estudió de una manera distinta. Conversa con tus profesores, solicita asesoría permanentemente.

• Trata de averiguar todo lo posible acerca del examen que vas a dar: cantidad de preguntas, tipos de alternativa, puntuación a favor y puntuación en contra, etc.

• Evita la tentación de memorizar mecánicamente. Este tipo de aprendizaje es muy poco controlable y elimina la posibilidad de una comprensión significativa de los temas.

• Evita estudiar la noche anterior al examen. De lo contrario, te encontrarás tenso y fatigado a la hora de rendir la prueba.

EN VÍSPERAS DEL EXAMEN

• Deberás aprender una técnica de relajación que debes ir practicando con anticipación, experimentando la mayor tranquilidad posible.

• Evita emociones fuertes y conflictos (familiares, amicales o de pareja).

• Para descansar, no es necesario dormir más de lo acostumbrado. Una habitación oscura, un vaso de agua tibia antes de dormir, luego una cena normal, ayudarán a tu reposo.

EL DÍA DEL EXAMEN

• Debes preparar con anticipación una lista de las cosas que vas a necesitar en el momento del examen. Para que puedas revisarlo antes de ir a rendir la prueba.

• Puntualidad, para que puedas organizarte y no sentirte presa del pánico.

• No tengas temor de fallar. Los errores van a estar presentes en la prueba, como en cualquier acción humana. Los pensamientos catastróficos puedes aprender a evitarlos.

• Concéntrate en lo que te piden las preguntas (pregúntatelo internamente) y no en el avance de los otros postulantes, sus gestos o reacciones.

• Lee las instrucciones con detenimiento, cerciórate de haber entendido todas las indicaciones.

• Comienza por lo que mejor dominas. Tener la certeza de que estamos avanzando, nos ayuda a mantener la calma. Deja lo difícil para el final. No le dediques demasiado tiempo a una pregunta. No te “encapriches” en contestarla.

• Aplica la estrategia que has diseñado con anterioridad. No tomes decisiones sobre como dar la prueba, mientras das la prueba. Ejecuta lo planeado, supervisando cada cierto tiempo (por ejemplo cada 15 segundos), el avance del plan.

Se dispone de tiempo al final, comprueba, corrige, vuelve a leer las preguntas. Despreocúpate si otros estudiantes han terminado antes que tú. No te apresures en terminar primero.